Can Ruti, primer gran hospital catalán en donar sus excedentes de comida al Banco de Alimentos (La Vanguardia)
Platos envasados sin abrir o menús que no llegan a servirse. El Hospital Germans Trias i Pujol, uno de los más importantes y grandes de Catalunya, se puso manos a la obra hace años para impedir el despilfarro de grandes cantidades de comida. El centro inició un sistema para identificar las principales causas del malbarato alimentario y consiguió reducir casi una tonelada de alimentos desechados al año, lo que supuso un ahorro de más de 50.000 euros anuales.
El hospital badalonés consiguió el Premio Europeo de Prevención de Residuos gracias a este proyecto pionero, que buscó seguir evolucionando. Desde hace algunas semanas, junto con otras entidades, Can Ruti ha dado un paso más y ha encontrado la fórmula para que la comida que aún a día de hoy sobra se distribuya entre las familias que más lo necesitan.
Se trata del primer gran hospital catalán que lleva una iniciativa de este tipo, de forma regular y sistematizada. Se entregan cada semana unos 45 kilos de comida preparada y de alto valor nutricional, alrededor de una tonelada al año.
Para hacerlo realidad el Germans Trias ha firmado un convenio con Pont Alimentari, proyecto coordinado por las fundaciones Banco de Alimentos y Rezero, y con ARCASA, empresa que realiza el servicio de cocina del centro. Los esfuerzos coordinados de las entidades permitirán donar los excedentes cocinados al Banco de Alimentos de Badalona. Una iniciativa que también cuenta con la entidad social Andròmines, que se encarga de parte de la distribución.
Uno de los puntos claves de este sistema es garantizar la seguridad alimentaria, siempre siguiendo las exigencias y consejos del Departament de Salut de la Generalitat y la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria. Los alimentos sobrantes, aquellos menús que no llegan a las habitaciones o no entran en contacto con los usuarios, son envasados y congelados, para que posteriormente las entidades implicadas los gestionen y los lleven al Banco de Alimentos, que los reparte entre las 600 familias a las que atiende siguiendo su dinámica.
Se distribuyen en envases compostables, para reducir el impacto ambiental al desecharlos. “Es un proyecto pionero a nivel estatal, incluso. Y queríamos que repercutiera en Badalona por nuestra proximidad, por el estrecho vínculo del hospital con la ciudad”, explican desde el centro.