Reaprovechar los alimentos: la mejor forma de ahorrar agua en casa
Si crees que conoces todos los trucos para ahorrar agua y, de paso, cuidar el medio ambiente, tenemos uno que te va a sorprender.
Si piensas en la cantidad de agua que gastas a diario, probablemente te pasen por la cabeza las acciones que has hecho hoy: ducharte, lavarte los dientes, fregar los platos, poner una lavadora… Sí, malgastamos mucha agua directamente pero, ¿qué pasa con el agua que se esconde en cada objeto que utilizamos, cada alimento que consumimos?
Efectivamente, existen unos recursos hídricos que se emplean en el cultivo o elaboración de todo lo que nos rodea. Por lo que, al tirarlos, también estás desperdiciando esa agua que se ha empleado.
Por esta razón y, para celebrar el Día Mundial del Agua, en el marco de la campaña “La alimentación no tiene desperdicio”, AECOC quiere dar visibilidad a las consecuencias que el desperdicio de alimentos tiene sobre el medio ambiente.
Y aquí entra el últimamente tan repetido concepto de “huella hídrica”. ¿Qué es y para qué sirve? Es la medida para cuantificar el impacto ambiental que se deriva del consumo de agua en la cadena de subministro. Pues bien, cada persona genera una huella hídrica anual equivalente al volumen de agua de media piscina olímpica. Impresiona, ¿verdad? Un dato estremecedor si tenemos en cuenta que el 92% de esta huella hídrica proviene de la producción de alimentos, y que una gran cantidad de estos terminan desperdiciándose, según información de la Universidad Politécnica de Madrid.
Sin embargo, a pesar de que los datos son llamativos, lo más importante es que cada vez hay más personas concienciadas y comprometidas con el consumo responsable de alimentos.
Por eso, AECOC te recomienda -entre otras cosas- que planifiques la compra antes de salir de casa. Y, si aun así te sobra comida, desata tu creatividad y prepara recetas de reaprovechamiento. Así ahorrarás dinero, alimentos y, como ahora ya sabemos ¡agua!