Trucos para conservar las frutas y verduras en verano
¡El verano ya está aquí! Altas temperaturas, días más largos, chapuzones en la playa y la piscina y explosión de frutas y verduras de temporada. Para los amantes de los alimentos de temporada, el verano es una de las estaciones más ricas y provechosas. Las frutas y verduras frescas se multiplican en esta estación, llenando de sabor y color nuestra despensa.
Sin embargo, el calor provoca que las frutas y verduras maduren con más rapidez y, como consecuencia, aumenta el desperdicio de estos alimentos. Una situación que, en realidad, con simples gestos se puede revertir sacándole mayor partido a las frutas y verduras durante el verano.
Para conseguir conservar mejor las frutas y verduras durante los meses más cálidos del año es necesario conocer algunas técnicas para alargar la vida de estos alimentos. Hay productos a los que el frío de la nevera les va como anillo al dedo en esta estación, pero para otros supone la madurez y el desperdicio acelerado. A continuación te damos algunos consejos para conservar mejor las frutas y verduras en verano.
- Revisa tu despensa y haz una lista: Parece algo muy obvio pero es realmente útil revisar el frutero y la nevera para comprobar qué frutas y verduras necesitamos. La lista te ayudará a comprar justo lo que necesitas sin excederte en cantidades y evitando el desperdicio.
- Consume de temporada: Para garantizar que las frutas y verduras duren frescas por más tiempo, es importante optar por comprar de temporada. De este modo, adquirirás los alimentos que se encuentren en su mejor momento de consumo, con los nutrientes en su máximo esplendor y a un precio asequible.
- Las frutas en un lugar fresco: Cuando vayas al mercado a comprar frutas y verduras frescas, nada más llegar a casa coloca la fruta en un lugar fresco, alejado de la luz, ventilado y seco un par de días hasta que maduren de forma natural. Una vez maduras, podrás conservarlas en la nevera unas horas o un día antes de consumirlas, aunque para evitar que aceleren su maceración, recomendamos guardarlas en un túper bien cerrado. De esta forma conservarás todo su sabor de forma natural. Como excepción, las cerezas y las fresas sí se pueden conservar perfectamente en el frigorífico, siempre y cuando no estén sometidas a un frío excesivo. Incluso es recomendable si queremos evitar que maduren demasiado rápido.
- Las verduras, en general, a la nevera: Las verduras y hortalizas de hoja verde como las lechugas, espinacas, endivias, acelgas, rúcula, etc., aguantan bien el frío y se conservan mejor en la nevera en verano. Para que el frío seco no estropee las hojas, recomendamos colocarlos en los cajones de refrigeración, la zona menos fría de la nevera. Hay algunas excepciones, como el tomate, aunque se conservan mejor con el frío no aguantan nada bien la refrigeración y pierden gran parte de su sabor. En este caso, lo ideal es guardar los tomates en un lugar fresco, oscuro y seco, y consumirlos de forma rápida sobre todo en los meses más calurosos del año.