“Que no es perfecto pero que es igual de bueno o incluso mejor. Que tiene la capacidad de generar segundas oportunidades, sostenibles y justas, gracias a la participación de muchos soñadores”. Así es como definen en Espigoladors el concepto im-perfect. Y de eso trata justamente este proyecto que combina aprovechamiento alimentario con inclusión social.
Desde 2014, la empresa social recupera el espíritu de los antiguos espigadores para recuperar aquellas frutas y verduras que, ya sea por estética o por sobreproducción, han sido descartadas para la venta. De esa cosecha, Espigoladors dona una parte a entidades sociales y, el resto la utiliza para crear nuevos productos artesanales bajo la marca Im-perfect.
¿Qué ha conseguido el proyecto de Espigoladors?
En sus 5 años de vida, el proyecto de Espigoladors ha recuperado más de 500 toneladas de alimentos, ha servido más de 1,5 millones de comidas confeccionadas con sus productos descartados y han lanzado 540 acciones de sensibilización.
El proyecto no solo permite dar una segunda vida a alimentos que, de otra forma, engrosarían las estadísticas de alimentos desperdiciados, sino que fomenta la cohesión social involucrando en sus trabajos a personas en riesgo de exclusión.
En Espigoladors, de lo imperfecto nacen segundas oportunidades.