A medida que crece la tecnología y la transformación digital, se introduce la Inteligencia Artificial para ayudar a la optimización en diferentes industrias. Ahora también se está introduciendo en el sector de la hostelería pero además, con un objetivo concreto, la lucha contra el desperdicio de los alimentos. Muchas empresas que desarrollan este tipo de tecnología están comenzando a distribuir innovadores productos, que pueden actuar a lo largo de diferentes momentos de todo un proceso completo que va desde el cultivo de los alimentos hasta el momento en el que estos se tiran para ser desechados.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se pierden o desperdician un tercio de los alimentos cada año a nivel mundial, desde que son cultivados hasta que llegan a los lugares de refrigeración, lo cual supone una gran pérdida tanto en cantidad de alimento como como a nivel económico (1,3 billones de toneladas y 1 billón de dólares anualmente). Curiosamente, si este desperdicio no se produjera, la población desnutrida del mundo tendría suficientes alimentos para alimentarse, por lo que la reducción del mismo mediante la Inteligencia Artificial, ya no solo resulta en un beneficio medioambiental o económico sino también social.
Este nuevo uso transformará el sector de la hostelería permitiendo diferentes aplicaciones al mismo. Una de ellas será poder identificar y dar valor a esa cantidad de desperdicio producido, tal y como lo hace la plataforma Winnow Vision, desarrollada por la startup Winnow Solutions. Esta máquina inteligente se sitúa encima de las papeleras de los comercios de alimentación, de tal forma que cuando la comida se tira, el sistema toma y recopila la imagen del alimento reconociéndolo con un 80% de precisión, mientras que una persona lo clasificaría correctamente un 70 o 75 por ciento de las veces. De esta manera, se reduce el error humano y los usuarios ahorran tiempo además de que el sistema también es capaz de diferenciar elementos tan similares en aspecto, que ni el ojo humano podría. Como bien se ha dicho, este dispositivo es inteligente porque también aprende mediante su uso. A medida que se recopilan más imágenes la máquina cada vez se acerca más a una automatización completa.
Otra de las utilidades de la Inteligencia Artificial en esta industria es la de realizar un seguimiento preciso del inventario de estos productos mediante algoritmos que tienen en cuenta toda aquella variable que afecta a las empresas, permitiendo así hacer un cálculo mucho más aproximado a la cantidad de inventario correcta. Incluso algunos de esos algoritmos como el desarrollado por Afresh Technologies, tienen en cuenta también elementos intangibles como el clima o la frescura de los productos, lo cual hace posible una predicción de demanda que ayudará a las empresas de distribución de alimentos a ajustar su oferta de forma más efectiva.
También existen algoritmos creados para fijar precios dinámicos a los alimentos perecederos, es decir, que el precio se ajusta a su fecha de caducidad de tal manera que, a menor vida útil mayor descuento en el coste. Para el proceso de cultivo del alimento, la compañía Centaur Analytics en California, ha creado un sistema de redes de sensores avanzadas con un algoritmo que en este caso es capaz de aprender a detectar qué condiciones pueden conducir al deterioro y predecir la calidad del producto en el futuro, en base a las condicionas pasadas y actuales.
Toda esta innovación supone un gran impacto y un beneficio positivo ya que cumple con el objetivo principal de reducir el desperdicio creado por el ser humano y que perjudica tanto al medioambiente como al entorno social pero, además, supone un gran avance tecnológico y económico del cual se pueden aprovechar las empresas.