El nombre de Massimo Bottura está ligado a la excelencia culinaria. Las tres estrellas Michelin que mantiene su Ostreria Francescana, en Modena, desde 2008, le situaron entre los grandes cocineros del momento y, desde 2016, es también un referente en la gestión del desperdicio alimentario, gracias a la puesta en marcha del proyecto social y cultural Food for soul.
El proyecto recupera la idea de los refettorios, el lugar dentro de los monasterios en el que los monjes se reunían para comer en comunidad, para crear diferentes comedores sociales en los que, a partir de los excedentes de mercados y comercios colaboradores y de su propio restaurante, se dan menús de alta cocina para los más necesitados.
El programa trata de alejarse del concepto tradicional de caridad y se pone como meta ofrecer a sus comensales la misma calidad y atención que recibe un cliente de un restaurante con estrella Michelin.
El concepto ha sido tan exitoso que ya se ha aplicado con éxito en Milán, Río de Janeiro, Londres, París, Nápoles, Bolonia y Módena.